Jacinta

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Corrupción e injusticia - 2001

Rotary Club
CORRUPCION E INJUSTICIA

Les adelanto que voy a tratar el tema del punto de vista pragmático, esto es, mirando la corrupción y la injusticia en sus efectos prácticos, referidos a la realidad actual.-
Mi propósito es aclarar conceptos que se manejan en todos los ámbitos del quehacer nacional y que son tratado o interpretados con mucha frecuencia en forma inadecuada o errónea.-
Pretendo ser amena, los postres de una reunión tan cordial no deben tener sabor amargo.-
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Si nos preguntamos que es corrupción, confieso que he manejado tantas definiciones como especialistas y no especialistas han opinado y tantos libros, revistas, publicaciones de todos los países de habla hispana, asistencia a conferencias y seminarios, que repetiría aquel dicho popular “hay de todo como en botica”. Deriva de esta misma “ensalada” la creencia común que identifica corrupción con injusticia e injusticia con corrupción, situaciones dispares aunque afecten reputación, familia, bienes públicos o privados, maneras de proceder y consecuencias dañosas importantes para quienes se consideran afectados.-
La injusticia también ha tenido y tiene interpretaciones diversas y es común y ha existido siempre.-
Partiendo del contenido de lo justo, de lo preciso, de tratamiento adecuado, de soluciones conforme a la justicia, se elabora el concepto negativo, no justo, no imparcial, falta de justicia.-
En múltiples oportunidades, referidas a un mismo hecho ambos conceptos pueden convivir en el juicio de la persona afectada porque subjetivamente no encuentra o percibe elementos concluyentes para descartar uno de ellos y explicar el real contenido de la situación.-
En “Uruguay Transparente” Comisión de Lucha Contra la Corrupción que presido desde su fundación en 1994, se han recibido gran número de casos calificados por los denunciantes como de corrupción y hemos llegados a determinar, luego de un prolijo estudio que muchos de ellos se tratan de casos graves de injusticia, no de corrupción. Y desde luego que en esos casos no intervenimos pero damos las explicaciones necesarias.-
Tenemos la certeza que desentrañar los matices del comportamiento humano es tarea muy compleja y por supuesto que sujeta a prejuicios o errores también humanos y no siempre aceptados o deseables.-
Pero la experiencia me ha llevado a afirmar, sin duda, que en la corrupción siempre existe una dosis muy grande de injusticia, en cambio en la injusticia pura se descarta la corrupción.-
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Veamos entonces como encaramos este mal.-
“La corrupción ha sido una constante de la humanidad” (Napoleón Santos: Etica y corrupción).-
Se propaga y avanza incontenible como las enfermedades contagiosas; es una enfermedad social que no respeta fronteras territoriales, que coexiste con las desigualdades de los pueblos, se prevalece de las necesidades humanas, especula con los intereses ajenos y destruye el entramado más firme de la comunidad.-
Se ha convertido en la “epidemia de fin de siglo”, constituye uno de los problemas centrales para el desarrollo socio económico, crece tanto en los gobiernos autoritarios como en las dictaduras y aunque parezca una paradoja también brota en las democracias, crece en las sombras, al amparo de la impunidad de los más fuertes, con medios de comunicación, diarios, revistas, radios, televisión a su servicio y una justicia atemorizada o complaciente y por supuesto, en ambos casos, también corrupta.-
En la visión externa de esta epidemia desde luego que no se desenmascara en las dictaduras sino en los momentos en que el sistema político se resquebraja. Por ejemplo, lo que sucedió en Perú con Fujimori y Montesinos, y aún en las llamadas “democracias” (entre comillas) de Juan Andrés Pérez en Venezuela, de Collor de Mello en Brasil o Carlos Saúl Menem en Argentina, o Salinas de Gortari en México.-
De aquí la necesidad de alertar a los distintos sectores culturales, comerciales, empresariales, a los habitantes, ricos o pobres, de un país, que no basta solo con tener un tejido jurídico normativo excelente, sino que es necesario el tejido moral constituido por el elemento humano (funcionarios, sociedad civil) dispuesto a asegurar valores éticos en la conducción de la vida ciudadana.-
Entonces la corrupción es ante todo un problema ético y moral: violar valores positivos. Es un acto voluntario y consciente, llevado a cabo con el propósito de lograr beneficios no solo económicos, sino también de poder o de “status” tanto a favor de la persona o grupo interesado, como de la propia persona que ejecuta el acto que conduce a la corrupción.-

Como prevenirnos de la Corrupción.-
La primera tarea es distinguir sus diferentes tipos, su alcance y seriedad, sus modalidades, los beneficiarios y las víctimas del mal-
I.- La corrupción está viva en todo acto ilegítimo cumplido o preparado por los integrantes de un gobierno – no importa el sexo – a través de las diversas formas de conducción de la actividad pública, nacional o municipal, elenco de funciones del Poder Ejecutivo, por el Parlamento o por los que ejercen la función jurisdiccional y sus colaboradores.-
Es percibida por los ciudadanos como el medio a través del cual políticos, funcionarios públicos, parlamentarios, jueces, se enriquecen mediante el cobro de comisiones o sobornos, o empleo de influencias a cambio de lo cual conceden favores, contratan obras, eluden licitaciones públicas, evades impuestos, obtienen resoluciones o sentencias o simplemente se apropian de los dineros del Estado.-
II.- Pero también está viva en el ámbito de las relaciones privadas, sean nacionales como internacionales.-
Es tan corrupto el funcionario público que cobra comisiones indebidas, como el verdulero que roba en el peso de la fruta o verdura que exhibe, como el patrón de campo que retacea la vivienda y comida de la familia campesina, que prolonga las jornadas de trabajo, como el abobado que engaña a su cliente cobrándole servicios no prestados, como el empresario que manipula con el jornal del obrero en las planillas de trabajo, o como el que negocia con las multinacionales pagando o recibiendo comisiones de incalculables proporciones, o como el que opera con el lavado de dinero proveniente de la droga, venta clandestina de armas, prostitución, venta de niños y adolescentes.-
III.- Y una tercera modalidad, la actuación de las transnacionales y los gobiernos, especialmente los bancos oficiales, cuyos ejemplos abundan en Argentina y México.-
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URUGUAY
Con referencia a nuestro país al volver los ojos a las raíces nativas, los mandatos éticos de la Constitución de 1830, de institucionalización del país, resultan del Manifiesto de la Asamblea General Legislativa: “La igualdad ante la Ley, la libertad que no se opone a ésta, y la seguridad de las personas y propiedades, son las bases de donde arranca la felicidad de los ciudadanos y el engrandecimiento de las Naciones”.-
Adoptó para su gobierno la forma representativa republicana y delegar el ejercicio de su soberanía en los tres Poderes.-
Este régimen político se mantiene a través de todas las reformas constitucionales hasta el presente.-
No he podido obtener datos ciertos de la situación durante el primer siglo de vida institucional, pero existen elementos de convicción importantes en el desarrollo del mal en el ámbito político a partir de 1940 en adelante.-
Las modalidades se han manifestado en forma reiterada a través de la prensa escrita durante los gobiernos de Juan José de Amézaga, Tomás Berreta, Luis Batlle y Jorge Pacheco Areco, que motivaron encendidos artículos, virulentos y apasionados, muchos de los cuales tuvieron repercusión parlamentaria, llamado a Sala de Ministros de Estado, censuras y renuncias, con derivaciones a la justicia penal, pero sin consecuencias. En la generalidad de los casos la prensa no reveló las fuentes de información, de manera que les fue vedado a los denunciados llevar a cabo las acciones pertinentes ante la justicia, peso a los reiterados anuncios.-
Carina Gobbi en un artículo publicado en Brecha en el año 1996 (La Lupa: 12/VII/996) con gran acopio de citas nos ilustra sobre el manejo de casos notorios que recibieron calificativos despectivos e hirientes: “Subversión en Relaciones Exteriores”; régimen en cuchipandero” “las heladeras voladoras”; “los novillos de papel”; “los cueros pelados y peludos”; “la infidencia”.-
Durante el gobierno de facto, con la supresión de los derechos individuales y la pérdida de la independencia del Poder Judicial, el país cayó en la más triste inopia combativa intelectual, la más completa indefensión, se perdió el espíritu crítico de la prensa y no se logró difundir los focos de corrupción graves existentes. Todo ha quedado en el silencio.-
Con el advenimiento del gobierno democrático en 1985, junto con el renacimiento de los derechos constitucionales, con los poderes jurisdiccionales en pleno, la libertad de prensa, y la introducción al derecho vigente de los instrumentos internacionales sobre derechos humanos suscritos por el país desde la Declaración de los Derechos del Hombre de Bogotá, 1948, hasta el Pacto de San José de Cota Rica, el Uruguay transita, aunque lentamente, por una etapa de reacomodamiento en sus instituciones, de control de los actos de gobierno, estrechamiento de las relaciones internacionales y una normativa que permitirá transparentar con más claridad los hechos de corrupción.-
El papel cada vez más fuerte de la opinión pública y la objetividad y empuje con que los medios de comunicación encaren los problemas que surgen en el país, serán las armas para que los hechos no queden en silencio, e intervengan el Poder Judicial con sentido de responsabilidad.-
En las relaciones privadas se dispone de la Comisión de Lucha contra la Corrupción “Uruguay Transparente”, Organización no gubernamental, apolítica, que actúa en forma completamente honoraria y adonde pueden acudir quienes se sienten afectados en sus derechos por actos de corrupción.-

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