Jacinta

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Responsabilidad de la sociedad civil en la formación del niño adolescente ciudadano - 2001

III Encuentro Nacional
“DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES”
Paysandú 21 y 22 de abril de 2001.-

ASOCIACION CRISTIANA DE JOVENES
INSTITUTO DE DESARROLLO HUMANO

“RESPONSABILIDAD DE LA SOCIEDAD CIVIL EN LA FORMACION DEL NIÑO ADOLESCENTE CIUDADANO”

En el curso de estas magníficas Jornadas hemos tenido oportunidad de recorrer todo el espectro que en el ámbito internacional y nacional tiene como polo de atracción a los niños, niñas y adolescentes y las instancias jurídicas que se han programado para lograr la consagración plena de sus derechos humanos.-
El tema que nos convoca ahora y cierra nuestra jornada de trabajo no es jurídico, tiene tinte filosófico-social. La Asociación Cristiana de Jóvenes, empeñada en sensibilizar a la sociedad civil, me ha sugerido que reflexione en voz alta sobre la responsabilidad que tenemos en el logro efectivo y eficiente de iguales fines.-
Trabajar sobre la óptica de los derechos humanos de nuestra infancia en el logro de las asignaturas pendientes, en la conquista efectiva del lugar que les corresponde a los niños en nuestra sociedad moderna, no es tarea fácil.-
Si pretendemos tener éxito y lograr la aprobación del Código de la Niñez y Adolescencia y cambiar positivamente nuestra realidad, comencemos por seguir abriendo los cauces del voluntariado social empeñando esfuerzos colectivos.-
En la formación del niño y adolescente como futuro ciudadano, es necesario el protagonismo colectivo, intervenir todos, sin distinción de edades, clases sociales, color de la piel, posición económica, política o religiosa, pero todos en concierto social solidario, fuerte, optimista, con sentido práctico y oportuno.-
Siempre tomando a los derechos humanos en su universalidad, relacionando unos con los otros, desmitificando planteamientos negativos e implementando acciones positivas. Adoptar un enfoque global que permita hacer frente a todos los factores adversos, como lo son la desunión de la familia, la pobreza, la falta de educación, la discriminación por motivos de sexo, el comportamiento sexual irresponsable de los adultos, la utilización de los niños en la pornografía de los medios electrónicos, la prostitución infantil, los vicios sociales, la explotación del trabajo, entre los mas frecuentes.-
Oí decir a García Méndez que “la infancia es el termómetro de la democracia”.-
Pues bien, entonces manejemos ese concepto como nuestro norte, infancia ciudadana como símbolo de nuestro quehacer fermental, evolutivo, y permanente.-
Lleva consigo la comprensión de que es un Estado como el nuestro, la violación de los derechos de los niños y adolescentes, son atentados a la vigencia del Estado de Derecho, a la democracia, o, lo que es lo mismo, a la paz, a la justicia, al bienestar social.-
La democracia es necesariamente una construcción al mismo tiempo racional y social, confiada simultáneamente a un proyecto teórico y a las luchas que lo sostienen” (Luigi Ferragoli: “Infancia, Ley y Democracia en América Latina”).-
Este nexo no vive solo en los ordenamientos jurídicos sino en las entrañas y luchas de la sociedad, en la voluntad de todos los componentes de la comunidad unidos por un mismo ideal.-
La experiencia de la “Campaña ciudadana” que han iniciado los integrantes del voluntariado juvenil de nuestra querida Asociación Cristiana de Jóvenes, es un magnífico ejemplo de la solidaridad activa en marcha. Es un desafío para que todos unidos, autoridades públicas, empresas privadas, maestros, sacerdotes, profesionales, obreros, los niños mismos, impulsen por esta vía el afianzamiento de nuestra democracia.-
Los derechos de la infancia se convierten insensiblemente a través del diálogo y la firmeza de su defensa, en sentido común socialmente compartido, en el modo de ser natural, en la expresión paradigmática de la cultura popular. Y a esto es a lo que aspira la Asociación Cristiana de Jóvenes.-


DRA. JACINTA BALBELA

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