Jacinta

Jacinta

Mensaje en la Cátedra Unesco de Derechos Humanos - 2002

La Cátedra de UNESCO de Derechos Humanos de la Universidad de la Republica, en ocasión de celebrarse un nuevo Aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 10 de diciembre de1948, ha resuelto honrar ese acontecimiento con la promoción del concepto de dignidad como guía de la conducta humana.-

El mensaje que hoy trasmitimos tiene su raigambre en los términos de la propia Declaración cuando en su articulo 1º expresa “que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los uno con los otros”.-
En lo que tiene de lenguaje, de signo, por su innegable capacidad de comunicación, hemos acuñado la dignidad entre todos y a lo largo de varias generaciones y geografías, a veces sin añadiduras ni cosas superfluas, en otras con grandes logros pero también con reiterados sinsabores. Si recorremos los diferentes rostros de la memoria y los deseos, ideales, esperanzas no cumplidas, todo tan lleno de incertidumbres, debemos proclamar y luchar sin descanso por la vigencia permanente de la dignidad, junto al goce de la libertad ciudadana.-
Tener siempre presente que lo que distingue y enaltece la vida de un pais es el respeto que se observa por la vigencia de los derechos humanos y su desarrollo plenos, por la libertad y la dignidad del ser, sin distinción de razas, clases, sexo, posición económica, opiniones políticas ni posturas filosóficas.-
Dan vida a la fe en el triunfo de los derechos fundamentales, al valor de la persona, a su solidaridad, a la igualdad de hombres, mujeres y niños, a tornar realidad los niveles decentes de convivencia, al trabajo, la salud, a la razón de ser de los pueblos soberanos.-
Como dice el ilustre Benedetti “no todos podemos realizar el sueño de una realidad que se ajuste a nuestra esperanza, porque en cada realidad están otras realidades” Pero en la parcela que nos toca, por modesta que sea, nuestra dignidad se hallará a si misma. Somos realidad, pero quien duda que realidad y dignidad son dos apasionantes maneras del ser “persona”, de ser “SER” con mayúscula y letra grande.-
La palabra tiene también un sentido poético filosófico, que parte de la poesía conversacional, oficio ardiente en la inspiración del poeta cuando maneja como un artífice, como la arcilla en manos del artesano el sentido de la dignidad como conjunción de vida, creación y cultura.-
En el poeta Juan Gelman en sus poemas, en ese “pensar de la carne” en ese no llorar, en ese incesante clamar a la justicia, a la verdad, a la transparencia, encarno el sentido más prístino e irrenunciable de la dignidad del hombre. Gracias, muchas gracias querido amigo.-

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