MENSAJE:
En este ocho de marzo del nuevo milenio, que el calendario reitera el homenaje a la mujer, fecha que Naciones Unidas le ha dado dimensión universal, voy en espíritu para el festejo a mi suelo nativo, a mi Salto.-
Nunca he podido escapar al sortilegio de sus soles, de sus noches de estrellas y lunas, de sus cielos azules, de la brisa del río, de la fragancia de azahares, jazmines y madreselvas.-
En esa evocación me inspiro para este mensaje a la mujer salteña.-
Uno tiene sentido en el lugar donde nació, hilvanó ilusiones, cosechó cariño e inspiró confianza.-
Permítanme que les diga que:
El destino de las mujeres salteñas debe ser la trascendencia, servir a ideales transparentes, y cuando de servir se trata, aspirar a tornarlos útiles, luchar por la paz familiar y social allí donde y cuando nace el conflicto; por la felicidad allí donde falte el amor, por los niños y adolescentes si se los ignora como sujeto de derechos que deben gozar; por los trabajadores allí donde sufren discriminación; por superar las angustias de la desocupación y la miseria; por los ancianos; por los infractores penales en procura de su rehabilitación, y, en definitiva, en todos los casos, por comprender y responder al necesitado de comprensión que es lo mismo que luchar por la libertad de ser, de sentir, de querer, allí donde peligra su vigencia.-
Compromisos contraídos con anterioridad en el Parlamento Nacional, no me permite estar junto a ustedes, pero como si lo estuviera, de corazón uno en un abrazo invisible a todas las niñas y mujeres salteñas, que tienen la dicha de vivir y gozar de la paz y libertad gracias al esfuerzo de hombres y mujeres de ese suelo.-
JACINTA BALBELA
En este ocho de marzo del nuevo milenio, que el calendario reitera el homenaje a la mujer, fecha que Naciones Unidas le ha dado dimensión universal, voy en espíritu para el festejo a mi suelo nativo, a mi Salto.-
Nunca he podido escapar al sortilegio de sus soles, de sus noches de estrellas y lunas, de sus cielos azules, de la brisa del río, de la fragancia de azahares, jazmines y madreselvas.-
En esa evocación me inspiro para este mensaje a la mujer salteña.-
Uno tiene sentido en el lugar donde nació, hilvanó ilusiones, cosechó cariño e inspiró confianza.-
Permítanme que les diga que:
El destino de las mujeres salteñas debe ser la trascendencia, servir a ideales transparentes, y cuando de servir se trata, aspirar a tornarlos útiles, luchar por la paz familiar y social allí donde y cuando nace el conflicto; por la felicidad allí donde falte el amor, por los niños y adolescentes si se los ignora como sujeto de derechos que deben gozar; por los trabajadores allí donde sufren discriminación; por superar las angustias de la desocupación y la miseria; por los ancianos; por los infractores penales en procura de su rehabilitación, y, en definitiva, en todos los casos, por comprender y responder al necesitado de comprensión que es lo mismo que luchar por la libertad de ser, de sentir, de querer, allí donde peligra su vigencia.-
Compromisos contraídos con anterioridad en el Parlamento Nacional, no me permite estar junto a ustedes, pero como si lo estuviera, de corazón uno en un abrazo invisible a todas las niñas y mujeres salteñas, que tienen la dicha de vivir y gozar de la paz y libertad gracias al esfuerzo de hombres y mujeres de ese suelo.-
JACINTA BALBELA
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